Este aspecto lo he clasificado como
interno, aunque reviste concepciones externas por ser uno de los incidentes
fundamentales del proceso independentista. En España, en ese momento
se encontraba el rey Carlos IV, era uno de los llamados a formar parte de
la casa de los Borbones, una monarquía conocida en la historia como
el despotismo ilustrado .
Cuando llegan los Borbones al poder, concretamente Carlos
IV, suprimen y dejan sin efecto la Legislación Indígena en
las colonias españolas, porque ellos atacaban cualquier tipo de protección
a los indígenas y lo que buscaban era explotar cada vez más
y sacar mayor provecho de lo que ellos estaban aportando. Su enemigo declarado
a esas ideas eran los jesuitas, por la ayuda y protección que
le daban a los indígenas, fueron expulsados en el año
de 1777.
Ubicándonos en la figura de Carlos IV, se puede
decir que no era ni el más amado, ni el más querido de los
reyes, era bastante odiado por algunos sectores en España; los españoles
veían como la única alternativa de salida al reinado
de Carlos IV a Fernando VII.
En ese momento la idea de los franceses, concretamente
de Napoleón, era entrar a Portugal, pero para hacerlo había
que atravesar España e imponer a su hermano José Bonaparte,
el famoso Pepe Botella, como monarca. En principio dicen que van a dialogar
con el rey.
Carlos IV para pedirle autorización de atravesar
su reino; España y Francia tenían relaciones muy cordiales,
se reúnen en Bayona, Napoleón con Carlos IV y el príncipe
heredero Fernando VII, a quienes pone presos; Napoleón entra
a España, los franceses se toman el poder, y Napoleón
coloca a su hermano José Bonaparte a la cabeza de la monarquía
en España.
El pueblo español frente a lo que sucedía,
no veía con buenos ojos el hecho de que tanto el rey como el heredero,
estuvieran presos; por eso, en Madrid el 2 de mayo de 1808 deciden hacer
un pronunciamiento popular, en el cual se desconoce en forma absoluta la
autoridad de José Bonaparte; toman medidas para destronarlo, y empieza
a conformarse a lo largo de la península, una serie de gobiernos provisionales.
Aquí aparece la teoría de la reelección de la soberanía,
que consiste en que como el rey no esta ejerciendo el poder, el pueblo lo
recupera y se lo entrega a unas juntas de gobierno. La
mas importante es la Junta de Regentes, conocida como La Suprema Junta de
España, en Sevilla, y asume el poder a nombre del rey.
La situación que ocurre en España llega
a conocimiento de las provincias de la Colonia, hay un ambiente de insatisfacción,
el pueblo no sabe que hacer, las colonias se ven desprotegidas, su
rey, máxima autoridad, esta preso, y no hay un gobernante que les
inspire confianza. La Suprema Junta de España envía a Juan
Llorente a las colonias, para que se encargue de mantener la dirección
de las provincias, la adhesión hacia la figura de Fernando VII y desconozca
la autoridad de Carlos IV. El pueblo de las colonias de Santa Fé manifiesta
su indignación contra lo que sucede en España, y le declara
la guerra a Francia.
En el año de 1809 la Junta Suprema de España,
preocupada porque las Colonias querían independizarse por la inestabilidad
en el gobierno español, dicta un decreto muy importante, en el cual
declara expresamente que todas las posesiones españolas en América,
eran “parte esencial e integrante de la monarquía"; además,
decía el decreto que para demostrar esta situación, haría
una gran reunión con la asistencia de los diputados de todas las provincias
coloniales.
Los criollos no ven con buenos ojos la medida de la Junta,
porque no les parecía ni justo, ni legítimo, sino por el contrario
un acto violatorio de la igualdad; no tuvieron en cuenta ni la extensión
del territorio, ni la cantidad de población de las Colonias, con las
de la península española; por lo tanto, resultaba injusto y
desproporcionado que sólo fuera un representante por cada colonia.
Más tarde aparecerá el Memorial de Agravios.
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